viernes, 8 de octubre de 2010

¿Qué es lo que seguirá haciendo Lennon?

Según mis más remotos recuerdos, empecé a tener conciencia de la vida cuando tuve noticia de la muerte de uno de los ídolos de mi padre, acaso el único entre ellos que pudo provocarme simpatías y emoción durante la infancia. Tenía poco menos de 3 años cuando se supo mundialmente que un fanático mató a John Lennon (en ingenua expresión casera) "el de los Beatles". Hoy, a los 32, me pregunto qué sigue haciendo el ahora indescifrable genio de Liverpool, a quien desde mis primeros pasos en la afición (adicción) a la música supe que jamás podría conocer o ver en vivo.

Desde luego, no respondo con la imagen celestial con diamantes de una vida después de la muerte entre nubes con dibujos pop, pianos, guitarras y lentes redondos. Cumpliendo la instrucción, imagino que no hay cielo. Mejor contesto con lo que no tengo que inventar, con lo que tengo a la mano, con la realidad terrena presente. Esa en la que John (así de personal, como hablamos de los que están siempre por sus geniales obras) continúa siendo.
Desde luego, Lennon sigue presente en lo evidente. Vende millones de discos a los fanáticos radicales, es una marca celosamente guardada y explotada por la tantas veces odiada Yoko, que dará de comer a generaciones. Pero hay algo más, eso que provoca que su música y su personalidad se sigan manifestando como algo propio de esta época, algo que nos es propio y actual, lo que hace que a nadie extrañe encontrarse cantando sus canciones en un bar, ni que él y su fotografía encabecen las noticias y portadas de los diarios por todo el mundo. En este sentido, me resulta ajena la postura de un dolido McCartney en Here Today, porque desde lo lejano del espectador la presencia de Lennon no puede concebirse en condicional. Está aquí. La pregunta es por qué.



Me parece que es porque John W. Ono Lennon alcanzó la inmortalidad, no por ser un santo ni por ser el músico, intérprete o compositor más talentoso (no lo era aún entre los Fab 4). Es inmortal porque es expresión de la humana condición, pero bien expresada. Es contradicción y conflicto, tanto como paz, amor y revolución.
El primus ínter pares de los primi ínter pares, John fue el factor de creación y el líder moral indiscutido en The Beatles, que en sus inicios fue la evolución de la banda de Lennon cuando él autorizó las adiciones y cambios de elementos que finalmente integrarían a Paul y George, y que incluso tuvo en sus primeros nombres la indicación de que era su grupo de acompañamiento. Por su amistad y cercanía se movían los egos, aunque funcionaba el catalizador de la simpatía rítmica de Ringo. Es clarísima la mano decisiva de Lennon en los primeros discos y temas del cuarteto de Liverpool. En los posteriores, digamos después del Revolver, siendo distinto, supo compartir, disfrutar y acoplarse a los talentos desarrollados de McCartney y Harrison, soltando entre tanto las riendas de su imagen icónica y creando sonidos y canciones geniales que marcaron diferencias. Las hay tantas en ellos, tan pocas en la historia. Bueno, es comúnmente aceptada la versión de que fue John quien dinamitó a los Beatles, renuente al liderazgo asumido por Paul y entregado a su exaltada unión con Yoko.

No quedó ahí (como no lo hizo ninguno de ellos). Siendo su idolatrado Elvis el Rey del Rock, Lennon lo es de lo que el rock produce, es el líder y la imagen de la revolución del rock. Su carrera como solista no fue constante, pero produjo acaso sus mejores canciones, ahora exclusivamente suyas. Dentro de sus caprichos maritales, supo rodearse de talentos y colaboraciones que incluyen desde Harrison y Clapton, hasta Bowie y Elton John. Retomó raíces rockeras, escribió e interpretó baladas inmensas, mientras se ocupó de movimientos sociales y de establecer su imagen indeleble en ellos. Inclusive, dejó temporalmente las actividades públicas para reconstruirse como padre y esposo, para después regresar con un álbum hecho, sin saberlo, para ser póstumo.
Lo cierto es que Lennon es un cantante y músico que llega a líder social; simplemente decir su nombre produce mentalmente la imagen universal, que hoy día trasciende al twitter en la combinación de una jota, grados y paréntesis ((ojo)), que evoca sonidos, tonadas, revolución de paz y amor.

A diferencia de los demás beatles y otros íconos del rock y del pop, creo que en sus defectos y en sus excesos John es lo que todo sujeto con gusto musical añora ser. Es él mismo.

Así, hay quienes prefieren caer en el lugar común y sostienen que paradójicamente Lennon alcanzó la inmortalidad al morir joven víctima de asesinato. Yo prefiero decir que John Ono Lennon alcanzó la eternidad por su vida, eso que pasa mientras estás ocupado haciendo planes.




Es evidente que mi interés en Lennon rebasó el ingenuo y natural gusto de mi padre; inclusive diferimos por cuanto a las razones y canciones de preferencia y de crítica. Pero, aunque sea un sueño actual y real de mi parte, tal vez pueda cantar con mi hijo alguna de sus canciones y, con ello, continuar con el legado.

2 comentarios:

  1. Es 8 de diciembre de 2010, a treinta años de que Lennon dejara esta tierra, víctima de un absurdo e incomprensible asesinato. La herida todavía duele, pero nos queda su música de alcances infinitos.
    Nothing to kill or die for...
    ((°J°))

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  2. Un año mas. Otro de estos días que ya sólo quedan como pretexto para recordar la obra de los genios.
    RIP John Lennon

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